01-06-2011
Sería la del alba cuando Don Quijote salió de la venta. Cuando encontramos de nuevo a Virginia las tres y media.
Para abrir boca hablamos de la selección de proyectos en Tknika. De que tenemos un proceso para hacerlo, de que pueden durar un o varios años, según las características del mismo.
Un aspecto importante en la gestión de los proyectos es trabajar la fidelidad de las personas y la de los centros. Hay que tener en cuenta ese doble interés. Sin olvidar tampoco la satisfacción interna de los que gestionan los proyectos.
Hablamos de la importancia de los datos a la hora de valorar el impacto del proyecto. De que cada proyecto tiene sus propios objetivos, aquellos que procuramos alcanzar.
Surgió una pregunta, al asociar lo que pasa en la educación con el mundo del espectáculo: ¿Cómo convertir los datos en audiencia?
Se describió un paralelismo entre los gráficos que se utilizan para analizar, en taquilla, la asistencia a espectáculos y el que tenemos en Tknika para explicar nuestra forma de trabajar con los centros. Hay una serie de técnicas de comunicación que conviene conocer.
Para esta pregunta hay una respuesta en forma de cuento, cuento que leímos más tarde: Jaime y las bellotas.
No se cómo, continuamos con el elearning. Se tiene la idea de que es muy importante como tecnología, pero que hay que procurar que los cursos sean lo menos aburridos posibles, divertidos, para que resulten de interés. Seguramente tienen que ser como las buenas películas, tienen que contar una historia.
Después de este inicio variopinto, comenzamos la sesión con el tema de los Mitos y metáforas de Tknika.
Ahora que vamos despacio, ahora que vamos despacio, vamos a contar
M E N T I R A S
Este buen hombre, José Antonio de Marcos, dice, según parece, que educar es manipular. Suena un poco extraño, chocante, esta definición. Manipular es un verbo con mala prensa. No gusta. Tiene unas connotaciones peyorativas.
Habrá que aceptar, por un momento, en un juego de ambigüedades que iniciamos esta tarde, (luego vendrán las mentiras y hablaremos también de cuentos) que manipular puede tener un significado diferente cuando el objetivo con el que se manipula es digno.
Me surge una duda: ¿El fin justifica los medios? La respuesta otro día. Ahora al hilo: ¿Cómo convencemos a la gente para que trabaje con nosotros en los proyectos de Tknika?, ¿Cómo les comunicamos nuestros mensajes?, ¿Cómo les hacemos participes de nuestra emoción por este proyecto?
Deduzco que realizar esa tarea es como educar. Hay que manipular. Hay que mover a la gente a un lugar donde no irían por sí solos, a un lugar donde incluso muchas veces no quieren ir.
Educar es manipular, es contar mentiras (fábulas, historias, mitos, leyendas, parábolas) Además, educar es siempre educar en valores. Por lo tanto la respuesta es: ¡Voy a contarles mentiras!
Mentiras, cuentos e historias que independientemente de su grado de veracidad en el momento que las cuento, transmitan valores y me ayudan a educar a la gente, o a moverla a ese sitio donde no querían viajar.
Parece que cuando hablamos de mentiras aquí, otra palabra que repele, no nos estamos refiriendo a las mentiras cochinas, a la mentira puta, al engaño que supone difamar, distorsionar, calumniar u ocultar cosas. Nos estamos refiriendo a la buena mentira, a la que nos sirve para alcanzar un buen fin. A la que no hace, como a Pinocho, que nos crezca la nariz.
Sabemos que a lo largo de la historia se ha utilizado la mentira para hablar de cosas que realmente se ignoraban, temas sobre los que no se tenía competencia. Por ejemplo, los mitos que explican el origen del mundo, de la lluvia, de las estrellas, etc.
¡Tengo miedo por eso cuento mentiras!
Virginia nos preguntó por las mentiras que nos contaban a nosotros de pequeños. Pero nos costó encontrar ejemplos. El de los troncos que se convierten en palillos, ese fue bueno! Debemos ser gente sin complejos. Me acordé de aquello de: Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá, me lo decían muchas veces y lo olvidaba muchas más.
La mente humana tiene mecanismos para escapar de las mentiras. Afortunadamente.
Continuamos con la lectura de La Colección de Mentiras Ilustradas, de Aitana Carrasco Inglés. Ahí tenemos una buena colección para refrescas la mente.
Repasamos los diferentes tipos de mentiras.
Hay mentiras etiológicas, didácticas. Sirven para enseñar. Como las parábolas de Jesucristo, digamos.
Hay mentiras protectoras: Como la de la Llorona de Buenaventura, en Colombia. Son sin duda mentiras aceptables porque protegen a los niños de caer a los ríos y morir ahogados. Este tipo de mentiras enseña también que el mito vigila por ti una vez metido en el cuerpo.
Otra: para evitar la pérdida traumática de los dientes, hete aquí al Ratoncito Pérez.
Hay mentiras iniciáticas. Como la del Olentzero, la de los Reyes Magos, etc. Otras que transmiten valores, como las de La Dama de Anboto, respeto a la naturaleza, sensibilidad por el medio ambiente. Suponen un acercamiento mágico, metafórico, poético y místico a las cosas.
Hay mentiras crueles, sádicas. Como la de que si no pones el huevo a las siete se revienta la sandía.
Me viene a la cabeza lo de Gabriel Celaya: Entonces se dicen la verdades, las bárbaras, terribles, amorosas crueldades. Hay, también, verdades que son peor que la mentira.
Con una mentira se puede llegar a descubrir la verdad, siempre que uno esté dispuesto a aceptarla, dicen en Antena 3.
En el poema “Si..” Rudyard Kipling recuerda: Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira, Hijo mío! Serás un hombre!
Es importante revisar las mentiras que nos contaron y contar nuevas mentiras para cambiar el mundo.
Hay mentiras propias. Que son las que nos contamos a nosotros mismos, por falta de autoestima, de amor propio, de vagancia, de holgazanería. O por incuria.
Habría que hablar también de las mentirijillas. Otra categoria, la de los vividores que necesitan de la astucia.
Pasamos a otra cosa:
Muchas veces contar es sinónimo de crear, recrear, e incluso de reinventar.
Todos necesitamos escuchar historias. Tenemos pensamiento metafórico. Las historias son una herramienta pedagógica y terapéutica. Antes nos contaban historias a todas horas, en la iglesia, en la escuela, en la sobremesa.
Ahora la televisión nos ha uniformado a todos. Antes los cuentos eran la tarea de las personas más viejas, la abuela, el abuelo. Es conveniente trabajar sobre las mentiras y cuestionar todo lo que nos contaron.
Tenemos que crear algo diferente, nuevo. Si eres capaz de imaginarlo, será capaz de lograrlo. Un viaje a la luna. Alguien tuvo que ser el primero en imaginárselo.
Cambiar las metáforas es un trabajo chamánico, un viaje, una catarsis que ayuda a respirar con la tribu, todos a una, lo que nos hace sentirnos acompañados y nos provoca el sentido de pertenencia. Nos crea el marco. Contar cuentos es abrazar, es dar energías. Quien cuenta cuentos acompaña.
C U E N T O S
Tom siguió encalando, sin hacer caso del seudo-vapor. Ben se le quedó mirando un momento y dijo:
-¡Je, Je! Las estás pagando, ¿eh?
Se quedó sin respuesta. Tom examinó su último toque con mirada de artista; después dio otro ligero brochazo y examinó, como antes, el resultado. Ben atracó a su costado. A Tom se le hacía la boca agua pensando en la manzana; pero no cejó en su trabajo.
-¡Hola, compadre! -le dijo Ben-.Te hacen trabajar, ¿eh?
-¡Ah!, ¿eres tú, Ben? No te había visto.
-Oye, me voy a nadar. ¿No te gustaría venir? Pero, claro, te gustará más trabajar. ¡Claro que te gustará!
Tom se le quedó mirando un instante y dijo:
-¿A qué llamas tú trabajo?
-¡Qué! ¿No es eso trabajo?
Tom reanudó su blanqueo y le contestó, distraídamente:
-Bueno; puede ser que lo sea y puede que no. Lo único que sé es que le gusta a Tom Sawyer.
-¡Vamos! ¿Me vas a hacer creer que a ti te gusta?
La brocha continuó moviéndose.
-¿Gustar? No sé por qué no va a gustarme. ¿Es que le dejan a un chico blanquear una cerca todos los días?
Aquello puso la cosa bajo una nueva luz. Ben dejó de mordisquear la manzana. Tom, movió la brocha, coquetonamente, atrás y adelante; se retiró dos pasos para ver el efecto; añadió un toque allí y otro allá; juzgó otra vez el resultado. Y en tanto Ben no perdía de vista un solo movimiento, cada vez más y más interesado y absorto. Al fin dijo:
-Oye, Tom: déjame encalar un poco.
Tom reflexionó. Estaba a punto de acceder; pero cambió de propósito:
-No, no; eso no podría ser, Ben. Ya ves..., mi tía Polly es muy exigente para esta cerca porque está aquí, en mitad de la calle, ¿sabes? Si fuera la cerca trasera no me importaría, ni a ella tampoco. No sabes tú lo que le preocupa esta cerca; hay que hacerlo con la mar de cuidado; puede ser que no haya un chico entre mil, ni aun entre dos mil que pueda encalarla de la manera que hay que hacerlo.
-¡Quiá!... ¿Lo dices de veras? Vamos, déjame que pruebe un poco; nada más que una miaja. Si yo fuera tú, te dejaría, Tom.
-De veras que quisiera dejarte, Ben; pero la tía Polly... Mira: Jim también quiso, y ella no le dejó. Sid también quiso, y no lo consintió. ¿Ves por qué no puedo dejarte? ¡Si tú fueras a encargarte de esta cerca y ocurriese algo!...
-Anda..., ya lo haré con cuidado. Déjame probar. Mira, te doy el corazón de la manzana.
-No puede ser. No, Ben; no me lo pidas; tengo miedo...
-¡Te la doy toda!
Tom le entregó la brocha, con desgana en el semblante y con entusiasmo en el corazón
-¡Je, Je! Las estás pagando, ¿eh?
Se quedó sin respuesta. Tom examinó su último toque con mirada de artista; después dio otro ligero brochazo y examinó, como antes, el resultado. Ben atracó a su costado. A Tom se le hacía la boca agua pensando en la manzana; pero no cejó en su trabajo.
-¡Hola, compadre! -le dijo Ben-.Te hacen trabajar, ¿eh?
-¡Ah!, ¿eres tú, Ben? No te había visto.
-Oye, me voy a nadar. ¿No te gustaría venir? Pero, claro, te gustará más trabajar. ¡Claro que te gustará!
Tom se le quedó mirando un instante y dijo:
-¿A qué llamas tú trabajo?
-¡Qué! ¿No es eso trabajo?
Tom reanudó su blanqueo y le contestó, distraídamente:
-Bueno; puede ser que lo sea y puede que no. Lo único que sé es que le gusta a Tom Sawyer.
-¡Vamos! ¿Me vas a hacer creer que a ti te gusta?
La brocha continuó moviéndose.
-¿Gustar? No sé por qué no va a gustarme. ¿Es que le dejan a un chico blanquear una cerca todos los días?
Aquello puso la cosa bajo una nueva luz. Ben dejó de mordisquear la manzana. Tom, movió la brocha, coquetonamente, atrás y adelante; se retiró dos pasos para ver el efecto; añadió un toque allí y otro allá; juzgó otra vez el resultado. Y en tanto Ben no perdía de vista un solo movimiento, cada vez más y más interesado y absorto. Al fin dijo:
-Oye, Tom: déjame encalar un poco.
Tom reflexionó. Estaba a punto de acceder; pero cambió de propósito:
-No, no; eso no podría ser, Ben. Ya ves..., mi tía Polly es muy exigente para esta cerca porque está aquí, en mitad de la calle, ¿sabes? Si fuera la cerca trasera no me importaría, ni a ella tampoco. No sabes tú lo que le preocupa esta cerca; hay que hacerlo con la mar de cuidado; puede ser que no haya un chico entre mil, ni aun entre dos mil que pueda encalarla de la manera que hay que hacerlo.
-¡Quiá!... ¿Lo dices de veras? Vamos, déjame que pruebe un poco; nada más que una miaja. Si yo fuera tú, te dejaría, Tom.
-De veras que quisiera dejarte, Ben; pero la tía Polly... Mira: Jim también quiso, y ella no le dejó. Sid también quiso, y no lo consintió. ¿Ves por qué no puedo dejarte? ¡Si tú fueras a encargarte de esta cerca y ocurriese algo!...
-Anda..., ya lo haré con cuidado. Déjame probar. Mira, te doy el corazón de la manzana.
-No puede ser. No, Ben; no me lo pidas; tengo miedo...
-¡Te la doy toda!
Tom le entregó la brocha, con desgana en el semblante y con entusiasmo en el corazón
Moraleja: A la hora de enfocar nuestro trabajo, más nos valdría tener una idea luminosa, un rasgo de genio y hacerlo como Tom Sawyer en esta escena, la cual nos muestra que un trabajo es una tarea que uno tiene la obligación de cumplir, mientras que una diversión es una ocupación a la cual uno no está obligado a entregarse.
Este cambio de chip en enfocar la tarea es muy importante a la hora de contar las cosas, de conectar con el alumnado en el aula, o en nuestro caso con el profesorado en los proyectos.
Virginia nos pone el ejemplo de los ácidos y las bases contado como si fuese una historia de Romeos y Julietas.
Al contar historias a los alumnos, los conceptos quedan más claros y el abordaje, el enganche es más fácil.
Sin embargo, en nuestro sistema de enseñanza, no se prepara al profesor en técnicas, ni en metodologías del aula ¿Y que decir de la competencia comunicativa, que se deja siempre a la propia elocuencia?
Recordamos lo que escribe León Felipe de los cuentos:
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos.
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos.
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos.
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos.
Y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos.
Y sé todos los cuentos.
¡No se! Aquí parece que León Felipe toma el cuento en su sentido peyorativo, en aquel que se utiliza para engañar y hacer daño. Es como un: ¡No me vengas con cuentos!
Seguimos…
Para hacer que nuestro mensaje cale en el profesorado, tenemos que compartir el mito, nuestra verdad, con ellos. Tenemos que saber cuales son las mentiras que les contamos en Tknika. Tenemos que ponernos en su lugar y conectar con ellos, con su centro. Tener un ojo en el centro y otro en las personas, que decíamos al principio, al hablar de fidelización.
Tenemos que hacer que las historias (las nuestras), las metáforas, convivan con otras mentiras, otras metáforas (las suyas). Hacer que el día conviva con la noche.
Hay que asumir que manipulamos. Que queremos manipular .
Una cosa curiosa: Se dice que se es joven mientras se es educable, manipulable, moldeable. Se dobla mal la vara seca.
Más ejemplos.
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.
Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.
Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.
Los maestros tenemos que hacer igual que el poeta: Tenemos que fingir ante el alumnado la emoción que de verdad sentimos por nuestro trabajo. Tenemos que saber contagiarles con nuestra elocuencia.
Hacer que la historia que yo cuento case con la que ellos necesitan. Tenemos que contar historias.
Las motos se venden con historias.
Danny de Vito era el mejor vendedor del mundo porque vendía ventanas de poliuretano contando historias y mentiras. Además de vender ventanas, hacía feliz a la gente que las compraba.
Tin Men
Danny de Vito era el mejor vendedor del mundo porque vendía ventanas de poliuretano contando historias y mentiras. Además de vender ventanas, hacía feliz a la gente que las compraba.
Tin Men
Cuando se entiende la metáfora, el juego es más fácil. La metáfora, igual que en el cuento de la Llorona, vigila por ti.
Ahora cuatro cuentos y una de pingüinos:
1. El Principe de los Enredos, de Roberto Aliaga
Cuenta la historia de un cuervo, un pájaro de mal agüero, que va sembrando la discordia entre la gente de buena fe. Tiene aplicación a la cultura de los centros: Gente que se queja continuamente, que incita a que otros se quejen. Así llega el victimismo, la impotencia
Hay que tener mucho cuidado con los cuervos que extienden el rumor. Hay que entender cual es el sitio y la función de cada uno. Es mejor saber aceptar la competencia de los otros y valorar el ecosistema.
Otro cuento:
2. Si un día juntáramos todas las camas del mundo, de Gianni Rodari
Un cuento que habla de solidaridad: Si juntáramos todas las camas del mundo al menos todos tendríamos una cama.
Este cuento es una muestra de la teoría de Rodari sobre lo que llamaba la hipótesis fantástica: ¿Que pasará si…………?
El binomio fantástico dice: “del movimiento permanente de una conjunción binaria entre el lenguaje y la realidad surge la posibilidad de una alteración”.
Se puede aplicar a la cultura de nuestros centros, en muchos aspectos: ¿Que pasaría si juntáramos, coordináramos todos nuestros esfuerzos? ¿Qué pasaría si..?
Rodari, el autor, nunca olvidó explotar la fantasía, pues, como a él le gustaba recordar, “es un gran instrumento para conocer la realidad”.
Cuando en 1970 le otorgaron el Premio Andersen, recordó la importancia de la imaginación: “la imaginación sirve para hacer hipótesis. El científico necesita hacer hipótesis, también el matemático lo necesita y hace demostraciones por absurdo. La fantasía sirve para explorar la realidad, por ejemplo, para explorar el lenguaje, para explorar todas las posibilidades, para ver qué resulta cuando se oponen las palabras entre sí.
“No hay que olvidar que un niño no es una flecha que va en una sola dirección, sino muchas flechas que, simultáneamente, van en muchas direcciones.”
Más cosas:
Perspectiva etic/emic
La perspectiva emic describe los hechos desde el punto de vista de sus agentes; la perspectiva etic describe los hechos desde el punto de vista del observador (etnólogo, historiador, periodista, juez, &c.). Un chamán describirá (emic) su experiencia de éxtasis como un contacto con los antepasados que hablan por su boca; un etnólogo describirá (etic) el éxtasis del chamán detallando la actitud de su cuerpo, las circunstancias de sus posturas e incluso recogiendo sus palabras, pero sin atribuirlas desde luego a los difuntos.
La estrategia del Pingüino, de Antonio Núñez (casi mi padre)
Hoy día vivimos asediados por la información, sin tiempo para la reflexión. Escuchamos cosas muy interesantes y no tenemos tiempo para pensar en ellas, consumimos la información. Informaciones de usar y tirar, porque la riqueza que guardan dentro no nos aprovecha. Antes una persona sin información era una persona sin opinión. Hoy día hay mucho tonto bien informado.
Muchos canales: Internet, televisión, radio, prensa. Pero eso no debe confundirnos: Cuando hay una inundación lo primero que falta es el agua potable.
No es saturación en la información, es un fallo en el filtro.
Ejemplo de Woody Allen: Hice un curso de lectura rápida logre leer “Guerra y Paz” en 20 minutos. Iba de algo sobre Rusia, creo.
Los lectores ya no creen en esos narradores intrusos que se interponen entre ellos y las historias que cuentan.
Cenáculo dorado de la cultura versus planicie de las mil pantallas, horizontalidad del desierto social y tempestad del arena financiera.
El conocimiento crece exponencialmente, nuestro cerebro y nuestras horas de vigilia, no.
Recuerda el poema de T.S. Eliot:
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
El storytelling es fundamental para todas las culturas humanas. Los relatos compartidos crean conexiones entre nosotros y construyen nuestro sentido de pertenencia a una comunidad particular.
Llega uno bueno:
3. Jaime y las bellotas, de Jim Bowley, editorial K a l a n d r a k a
Que la cabra pueda comer bellotas. Que las ardillas puedan comer bellotas. Que los leñadores puedan hacer leña gracias a las bellotas.
Este cuento viene bien para cuestionarnos el problema del éxito. El éxito no es que de la bellota que se plante surja otro árbol que de frutos. El éxito es que a partir de ese acto, sucedan cosas de las que otros puedan salir beneficiada: La ardilla, la cabra, los caballos, los niños, los pájaros, etc.
El cuento guía, acompaña, es medicina, ayuda a inventarse.
Nota: Los Arrendajos, también llamados garrulus glandarius, en la época de las bellotas las esconden en la tierra para comerlas en invierno y como muchas quedan olvidadas, con el tiempo brotan nuevos árboles.
En nuestro trabajo la pregunta sería ¿donde está el éxito en la buena ejecución de los procesos o en los resultados?
Seguramente en ambos. En los ítems, en los propios indicadores, más que en los datos, está el éxito. Por la reflexión que provocan, por la discusión que crean, porque van haciendo cultura.
Otro estupendo:
4. El Punto, de Peter H. Reynolds:
Es aplicable a la FP y tiene resonancias pedagógicas. Este cuento es bueno porque: Muestra estrategias para educar. Enseña a valorar y reconocer el trabajo de los demás: ¡Ahora fírmalo¡ Invita a colocar la obra de los demás en un lugar adecuado (Cuélgalo) Recomienda hacerlo público (el punto) No juega ni promueve el victimismo en el educando y, en fin, tiene un poco de mala leche y evita la frustración.
Pregunta del momento: ¿Qué legado queremos dejar?
Que al salir todo esté un poco mejor de lo que yo me encontré al llegar.
5. La Roca. Next time!
Pregunta para el próximo día:
¿Qué es educar? Sembrar, manipular.
Transmitir emoción y cariño por lo que se enseña haciendo ver al alumno que eres uno de los suyos y que estás de su parte.